jueves, 3 de abril de 2014

Murcia: Custodia del territorio y bancos de conservación


La jornada celebrada en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia el pasado 2 de abril puso de manifiesto las sinergias que pueden surgir entre la custodia del territorio y la nueva figura de conservación ambiental recogida en la reciente modificación de la «Ley de Evaluación Ambiental»: los bancos de conservación de la naturaleza.

en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho. Murcia. LIFE+ Garbancillo
El 2 de abril tuvimos la fortuna de participar en el "Seminario sobre custodia del territorio y bancos de conservación" organizado por la Dirección General de Medio Ambiente de la Consejería de Presidencia de la comunidad autónoma de la Región de Murcia en colaboración con la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia (UMU) y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), en el marco del Proyecto LIFE+: «Conservación de Astragalus nitidiflorus (Garbancillo de Tallante) en la Región de Murcia».

La jornada puso en relieve una serie de aspectos relevantes, entre ellos, la importancia que desde la Dirección General de Medio Ambiente (DGMA) de Murcia se le da a la innovación, con nuevas propuestas para la conservación del territorio y, en especial, el desarrollo de novedosos instrumentos de conservación, como ya pusieron de manifiesto sus responsables en el pasado Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA 2012). Por entonces, los representantes de la Administración murciana participaron activamente en la sesión técnica celebrada en el marco del Congreso y presentaron una comunicación en la que dejaban patente su vocación de establecer un mecanismo de conservación innovador y participativo a través de los bancos de biodiversidad.

Otro de los aspectos protagonistas del seminario murciano fue la importancia de la cooperación y la colaboración para mejorar la competitividad y sobre todo el servicio público, asunto cuya trascendencia quedó refrendada por los rectores de las dos instituciones académicas organizadoras.

Pero, sobre todo, el encuentro permitió conocer de primera mano el interés y la expectación que despiertan los bancos de conservación y la custodia del territorio. La cita resultó muy exitosa, lo que se reflejó en las numerosas inscripciones registradas, en el lleno total del aforo y en la presencia de profesionales procedentes no solo de Murcia, sino también de comunidades autónomas limítrofes como la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha o Andalucía.

Y es que el programa diseñado para el seminario era muy completo e invitaba a la participación. Los asistentes pudimos disfrutar de una parte más académica y de una visión más práctica de los instrumentos económicos y de fomento para la conservación de la biodiversidad. Además de tratar en detalle el relevante papel que los bancos de conservación y la custodia del territorio juegan en la preservación de la biodiversidad, también se profundizó en la importancia de las políticas fiscales para la conservación ambiental desde un enfoque más «pigouvianas» y hasta los instrumentos más ligados a los derechos de propiedad.

La parte más teórica estuvo abanderada por ponentes como Blanca Soro Mateo, titular de Derecho Administrativo de la Universidad de Murcia, o Rodolfo Salassa Boix, doctor en Derecho, profesor de Derecho Tributario y Derecho Internacional de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en Argentina. Ambos pusieron encima de la mesa la importancia creciente que están tomando las herramientas basadas en el mercado para corregir las externalidades negativas que afectan al medio ambiente, así como los aspectos fundamentales que deben tenerse en cuenta a la hora de diseñar políticas que tengan en consideración estos instrumentos legales y económicos.

Por su parte, Juan Madrigal de Torres, asesor facultativo de la DGMA, nos acercó en detalle la disposición adicional octava de la nueva «Ley 21/2013 de Evaluación Ambiental» en la que se recogen los bancos de conservación. Desde el punto de vista del Derecho, el responsable público analizo en profundidad el articulado de la disposición, así como las ventajas, inconvenientes, riesgos y oportunidades a los que se enfrenta esta nueva herramienta tanto desde una óptica práctica como desde un punto de vista teórico. Para ello, incidió en los aspectos pendientes de ser resueltos, entre los que se encuentra, por ejemplo, la definición clara del marco competencial entre las diferentes administraciones de en materia de aprobación de los bancos de conservación y sobre la utilización de los créditos de conservación generados.

En el apartado destinado a la custodia del territorio, varios ponentes de gran bagaje técnico y con una dilatada experiencia en sus respectivos ámbitos nos invitaron a realizar un recorrido completo por los antecedentes históricos, las políticas nacionales y un caso reciente de éxito de aplicación práctica de las distintas figuras de conservación existentes.

Así, Carlos Javier Durá nos acercó al mundo de la custodia, relató con detalle los orígenes anglosajones de esta figura, basados en la necesidad de que la sociedad participara en la conservación de los recursos naturales y nos describió cómo se introdujo la custodia en España de la mano de Félix Rodríguez de la Fuente. Asimismo, aportó información muy completa sobre un sinfín de herramientas alineadas con la custodia y que pueden permitir su impulso, aumentar el número de acuerdos o mejorar las posibilidades de financiación. Todas estas herramientas están recogidas en profundidad en la tesis doctoral Carlos Javier Durá ha desarrollado como colaborador de Investigación en la Cátedra Unesco y del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá.

Desde la Fundación Biodiversidad, Víctor Gutiérrez, coordinador del Área de Proyectos, nos acercó los esfuerzos que se están llevando a cabo desde su entidad, dependiente del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), para impulsar la custodia del territorio. Además, presentó los datos del último inventario de custodia del territorio, que arrojan los avances alcanzados tanto en el un número de acuerdos como en el de entidades o en la superficie adscrita a acuerdos de custodia.

La presentación del experto de la Fundación Biodiversidad concluyó con las sinergias que se pueden establecer entre los bancos de conservación y la custodia del territorio. Es posible que la custodia se convierta en un pilar clave para el desarrollo de los bancos, no solo desde el punto de vista práctico, sino como herramienta de legitimidad social. Del mismo modo, los bancos de conservación se pueden convertir en una de las estrategias más interesantes en los próximos años para la financiación de nuevos proyectos de custodia con vocación de futuro y duración en el tiempo.

El momento más emotivo y cercano del seminario llegó de la mano de Juan José Martínez, catedrático de Producción Vegetal de la UPCT y coordinador del Proyecto LIFE+ del Garbancillo, anfitrión de la jornada. Con un lenguaje cercano y lleno de verdad, explicó a la concurrida sala la realidad de una iniciativa que, gracias a la cercanía mantenida con los habitantes de Tallante y a la involucración de la población de la zona tanto en los beneficios del proyecto como en las actividades de conservación y divulgación del Garbancillo, ha sido capaz de impulsar el tejido empresarial y productivo local. Además de estas mejoras, el Proyecto LIFE+ Garbancillo también ha contribuido al fomento del conocimiento del patrimonio artístico, geológico, natural y cultural. Su ejemplo es, sin duda, una oda a la cooperación y el trabajo en equipo, fruto de la que surge la entidad de custodia del Garbancillo (ECUGA), uno de los motores del proyecto.

Tras ampliar el conocimiento sobre la custodia del territorio y los bancos de conservación, llegó el debate, en el que Ecoacsa tuvo el honor de participar como invitado. La mesa, moderada por Santiago Álvarez, profesor de Derecho Administrativo de la UMU, contó con la participación de Miguel Ángel Esteve, catedrático de Ecología de la UMU; Gregorio García, profesor titular de Edafología y Química Aplicada de la UPCT; Pedro Cartagena, economista ambiental, y Ecoacsa Reserva de Biodiversidad estuvo representada por su director ejecutivo, David Álvarez García.

Los temas debatidos despertaron un gran interés, lo que se tradujo en una gran participación del público y, en especial, de las organizaciones agrarias y forestales, muy interesadas en conocer los detalles de estas nuevas herramientas y cómo poder participar en su desarrollo, para lo que trasladaron su petición de ayudas a las administraciones.

Los integrantes de la mesa de debate también tuvieron la ocasión de contestar algunas de las dudas que no habían quedado resueltas durante la jornada.

En definitiva, la jornada murciana marcará el punto de partida para el uso de instrumentos innovadores para la conservación, en especial para los bancos de conservación y la custodia del territorio en la Región de Murcia. El encuentro sirvió sin duda para dejar patente el gran papel protagonista que puede tener la sociedad en la conservación de los recursos naturales, bienes comunes de todos los ciudadanos, característica fundamental sobre la que pivotan tanto los bancos de conservación como la custodia del territorio.

El seminario convocado fue fiel reflejo de las sinergias existentes entre ambas herramientas, que con toda seguridad irán de la mano en el futuro. Se trata de dos herramientas eminentemente participativas, lo que las convierte por naturaleza en herramientas sociales.

Es muy probable que en un futuro cercano se vuelvan a organizar jornadas tan esclarecedoras como esta, que ayudarán al trabajo de difusión y mejora tanto de la custodia del territorio como de los bancos de conservación. Un soplo de aire fresco que es necesario repetir.

Podéis acceder a todos los vídeos, así como al programa en estos enlaces:




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