miércoles, 15 de octubre de 2014

Una experiencia necesaria

Por David Álvarez García, director ejecutivo de Ecoacsa Reserva de Biodiversidad

Las horas van pasando y el tiempo para llegar a un acuerdo se reduce. A medida que transcurren los días, la tensión entre las delegaciones de los distintos países se incrementa. Hay que llegar a un acuerdo y la fecha límite se acerca inexorablemente. Por si no fuera suficiente, las delegaciones diplomáticas de los países han llegado. Lo que hasta hace unos días era un regazo de paz, se ha convertido en un hervidero de gente por aquí y por allá. Reuniones paralelas, se incrementa la seguridad en los recintos, hay zonas restringidas… Ministros y altos representantes comienzan las negociaciones de alto nivel (High Level Conference), en las que finalmente se cierran los acuerdos a los que vayan llegando las diferentes delegaciones.

En este clima de negociación internacional, rodeados por gentes de todos los países, razas y culturas del mundo, también hay espacio para mundos paralelos. Antes de ayer os hacía una pequeña introducción de la experiencia coreana y del business forum. Las experiencias aprendidas y las relaciones humanas que se generan en este espacio interdisciplinar y multicultural no tienen precio.

La conservación de la biodiversidad ha traspasado fronteras y ha salido del campo. Ya no es suficiente con realizar únicamente acciones sobre el territorio, sino que hay que abordar todos los aspectos interrelacionados con la biodiversidad (mainstreaming biodiversity): comunicación, financiación, monitorización, movilización, participación de diferentes agentes, experiencias o instrumentos innovadores.

Pues bien, dentro de estos últimos aspectos, están saliendo a la palestra numerosas herramientas que posibilitan no solo la conservación de la biodiversidad, sino también la financiación de acciones de mejora y que aportan garantías para su conservación a largo plazo. Una de estas herramientas son los bancos de conservación, integrados en los modelos de compensación de la biodiversidad (biodiversity offsets).

Ayer tuvimos la suerte de participar en una sesión organizada por la Mission Economie de la Biodiversité (una iniciativa de Caisse des Dépôts comandada por CDC Biodiversité) relacionada directamente con estos aspectos y vinculada con uno de los aspectos fundamentales, las garantías o, traduciendo literalmente del inglés, salvaguardas (safeguards) y cómo estos mecanismos pueden contribuir al cumplimento de las metas de Aichi.

La verdad es que compartimos mesa con un plantel de lujo. Como no podía ser menos, toda la delegación francesa asistió al evento. Por su parte, Alemania compartió su experiencia a través de representantes del estado federal de Brandemburgo. Además, también hubo tiempo para contar casos afines en modelos REDD+, como el ejemplo de Funbio, del Gobierno finlandés, que está desarrollando los mecanismos para poder poner en marcha el modelo.




Por su parte, María Schultz, experta del Stockholm Resilience Centre, y Sebastian Winkler, miembro del BBOP y subdirector del Global Footprint Network, también compartieron con todos nosotros su conocimiento y experiencia en esta materia.

Me quedo con dos aspectos destacables:

-        El Interés que despertó la presentación en comparación con otros eventos simultáneos a pesar del frío y la hora. De entre todos, la delegación japonesa se interesó especialmente por el proceso legislativo español.


-     La felicitación de participantes procedentes de naciones donde la protección de la biodiversidad no tiene un marco tan avanzado y que aplaudieron este tipo de iniciativas de conservación y mantenimiento a largo plazo. Un soplo de aire fresco para los bancos de conservación.

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