jueves, 15 de mayo de 2014

Nos vamos a Estados Unidos

Por David Álvarez García, CEO de Ecoacsa Reserva de Biodiversidad

La semana pasada tuvo lugar la conferencia anual de bancos de mitigación en Denver (Colorado), evento en el que se congregaron todos los actores del sector.

El año pasado, mientras participaba en Bruselas en la reunión del grupo asesor del BBOP y en la posterior reunión del grupo de trabajo de no pérdida neta de biodiversidad, coincidí con el expresidente de la Asociación Americana de Bancos de Mitigación. Me dijo que no podía dejar de ir a la conferencia anual que esta asociación celebraba, porque era una cita en la que se congregaban todos los agentes involucrados en el sector de los bancos de hábitat. Como no era la primera persona que me lo decía, este año no me quedaba más remedio que coger el avión y marcharme a Denver.

La ciudad del Estado de Colorado había sido designada este año como anfitriona del evento, siguiendo a Nueva Orleans y precediendo a Orlando, que será sede el próximo año. La verdad es que el viaje ha cumplido con creces con las expectativas previstas, permitiéndonos conocer el mundo de los bancos de hábitat desde una perspectiva global.

La experiencia ha sido imborrable, francamente enriquecedora. Si además, el viaje le permite a uno volver a ver a viejos conocidos, auténticas referencias del mundo de los bancos de conservación en Estados Unidos, entonces, no se le puede pedir más.

Me traigo en la maleta un montón de ideas, y sobre algunas de ellas ya os contaré con más detenimiento. Ahora, quería trasladaros algunas reflexiones que a mí me han resultado reveladoras y espero que productivas, y tengo la esperanza de que contribuyan a que todos avancemos y mejoremos en nuestra voluntad de construir un modelo de consenso para los bancos de hábitat.

  • Colaboración: el clima de la conferencia no deja espacio a la inacción. Todo lo que no sea colaboración y ganas de jugar un papel proactivo no tiene cabida. Desde el diseño de las sesiones, la ubicación de los participantes en el auditorio en cómodas mesas redondas donde intercambiar opiniones o la programación explícita de largos turnos de preguntas.
  •  Grupos de interés: colaboración multidireccional. ¿A qué me refiero? Como os comenté antes, el congreso es un éxito porque congrega a todos los grupos de interés involucrados en el sector: tanto a los diferentes reguladores representados por las diferentes agencias federales y estatales, como a los promotores de bancos de hábitat, las empresas necesarias para su desarrollo (consultoría, restauración, sectores tecnológico y científico), el sector financiero, nuevos emprendedores, bufetes de abogados, y sobre todo, un nutridísimo grupo de organizaciones sin ánimo de lucro, fiel reflejo del importantísimo papel que desempeñan en el correcto funcionamiento de los bancos. Era admirable ver cómo desde los púlpitos los diferentes paneles de expertos invocaban a la colaboración, y en algunas ocasiones, cómo desde la autoridad ambiental de Arizona solicitaban ayuda para el desarrollo de nuevas experiencias.
  • Mercado maduro: Estados Unidos es un país enorme. Te das cuenta de ello y lo percibes con cercanía en estos eventos. Mientras que hay Estados y herramientas con un grado de desarrollo enorme, otros están en pañales. Esa situación tiene dos aspectos francamente positivos para la conferencia. Por un lado, la Administración de estos Estados tiene la oportunidad de encontrar en el congreso un marco donde discutir e intentar poner solución a sus problemas. Y, por otra parte, nuevos retos en nuevos emplazamientos con nueva legislación proporcionan nuevos debates que permiten mejorar el modelo y alimentarlo con nuevas sugerencias.
  • Agilidad: los norteamericanos no se andan por las ramas. Desbordan mentalidad práctica y no especulan. Van directamente al grano.


  • Política ambiental: los bancos de hábitat no son una herramienta aislada. La conservación de espacios y las políticas de mitigación de impactos no tienen sentido sin una visión global. Al hilo de esto, hay que destacar dos aspectos fundamentales:
    • El papel crucial que juegan los bancos en las políticas de recuperación de especies o en la conservación de ecosistemas acuáticos.
    • El enfoque de paisaje. Los bancos no se encuentran aislados en el territorio. Tienen que convivir con su entorno y la mejor forma para que lo hagan es que estén perfectamente integrados con su territorio y que se hagan consideraciones que tengan en cuenta el paisaje circundante en su definición.
Como os decía, me traigo la mochila cargada de ideas, así que ya os iré desgranando algunas en próximos capítulos: la visita a alguno de estos bancos, políticas de mitigación…

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